El monóxido de carbono que observamos proviene principalmente de los incendios forestales que se producían en el Amazonas en ese entonces, con la contribución adicional de otros incendios menores en el sur de Africa. Estos incendios cubrieron los cielos de Sudamérica de humo, lo que pudo apreciarse desde el espacio por medio del sensor MODIS del satélite Aqua (ver foto inferior,ver más fotos en:
http://earthobservatory.nasa.gov/NaturalHazards/).
Por otra parte, la siguiente animación muestra cómo el monóxido de carbono (uno de los componentes del humo) se desplaza hacia el este a lo largo del mes de septiembre.
Liberado al quemarse el carbón, el monóxido de carbono es un gas contaminante que reduce la cantidad de oxígeno que puede llegar hasta los tejidos y órganos del cuerpo. Además, el monóxido de carbono es un precursor del ozono a nivel de la superficie y del smog, así que la medición global de este gas proporciona una buena indicación del nivel de la salud de la atmósfera. Se estima que un 50% de la producción de este contaminante se debe a fenómenos naturales como el observado en estas imágenes, en tanto que el resto se produce como consecuencia de la actividad humana.
Estas mediciones resultan muy importantes porque es la primera vez que los científicos pueden monitorear el desplazamiento de las emisiones de incendios alrededor del mundo, de forma diaria. Hasta ahora, se recurría a simulaciones informáticas o a sistemas de seguimiento que sólo mostraban una vista parcial de los efectos del monóxido de carbono sobre la atmósfera terrestre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario